Hoy vamos a enseñarte una de las técnicas más importantes y más útiles: cómo poner correctamente un bozal a tu mascota.
En primer lugar, es imprescindible saber de antemano que no todos los perros necesitan obligatoriamente utilizar un bozal. Por ley, sólo los PPP (perros potencialmente peligrosos) deberían utilizar este objeto de forma obligatoria.
Es muy común asociar el uso del bozal con razas de perro concretas. No obstante, esto es un error, puesto que no siempre es así. Si bien muchas veces, el uso del bozal se debe a un comportamiento potencialmente agresivo del animal o, simplemente, debe ser usado como una garantía de seguridad en perros que con antelación hayan realizado agresiones a personas u otros animales de su alrededor, existen otras ocasiones totalmente ajenas al comportamiento agresivo de un perro donde podría requerirse el uso del bozal en nuestra vida diaria. Por ejemplo, si deseamos viajar con nuestra mascota en algunos medios de transporte.
Por casos como este conviene saber de antemano cómo ponerle adecuadamente el bozal a nuestro perro y poder convertir este proceso en un elemento positivo para él. Y, ante todo, debemos tomarnos el uso del bozal como un método preventivo. Es decir, esto nunca deberá ser un método de castigo, sino que deberemos convertirlo en algo que le guste a nuestro perro.
Si quieres un consejo previo, te recomendamos que antes aprendas a controlar otros aspectos de tu perro, como por ejemplo la orden «toca» para poder tener su atención y que tu enseñanza resulte mucho más efectiva.
¿Cómo poner correctamente un bozal a mi perro?
En el mercado existen muchos tipos de bozales fabricados con diferentes materiales, pero lo común es adquirir el típico bozal de ‘tipo cesta’ que cuenta con unas ranuras para poder dar de comer a nuestro perro. Ese es el que nosotros usaremos para enseñarte a proceder en este ejercicio práctico.
El primer paso que debes poner en marcha es el de introducir comida (ya sea una salchicha o algunos granos de pienso) en el interior del bozal para que el perro meta el hocico en él. Lo que conseguimos con esto es que, al oler la comida, lo que el perro hará instintivamente será ir a ponerse el bozal.
Una vez hayas hecho este primer paso, lo ideal será ir poco a poco alargando este mismo ejercicio en el espacio y que tu perro se mantenga hasta el momento de hacer ‘click’ tras abrirlo muy rápido y volver a dar premio. Es necesario que este tiempo de ‘click’ cada vez lo prolonguemos más y más para que al final la puesta se alargue y el perro se acostumbre a ello.
Volvemos a quitar simple y llanamente para que él vaya más rápido poniendo el morro, porque al darle la salchicha el siguiente paso es ir mucho más rápido. Como podrás ver, este es un proceso muy corto y sencillo. Simplemente consiste en poner la comida, sacarla y alentar a nuestra mascota diciéndole “muy bien”.
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No es fácil lograr que actividades como la de poner un bozal resulten agradables para nuestra mascota. Y esto nosotros lo sabemos bien, por eso te animamos a que te informes sobre nuestros cursos en nuestro Centro Canino en Valencia cuanto antes si lo que buscas es mejorar tu calidad de vida y la de tu mascota.
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