Mitos, leyendas y verdades sobre adiestramiento

Adiestramiento

En este amplio post (el primero de nuestro nuevo blog sobre perros), en base a nuestra experiencia desmontamos muchos mitos y leyendas referidas al mundo canino.

Premios

El tiempo que tienes para premiar a tu perro es de tres segundos, por lo que debes estar muy atento. El perro aprende por asociación, lo que significa que si tú le pides a tu perro que se tumbe, una vez se haya tumbado correctamente tendrás tres segundos para premiarlo. 

Insisto, el premio debe darse cuando el perro está tumbado ya que si premias antes, asociará el premio a no estar tumbado o si por el contrario premias después seguramente no asocie bien a que se debe.

¿Cuál es el mejor premio?

Sin duda no existe un premio mejor, cada perro es un mundo y como nosotros, cada perro responde mejor a diferentes estímulos, por lo que tendrás que averiguar cuál es el mejor premio para él.

Existen tres tipos de premios fundamentales que son: la comida, el juego y las caricias.

Como hemos mencionado cada es un mundo y se estimula mejor dependiendo de su carácter con premios diferentes. Por norma general, la comida suele ser un potenciador muy fuerte, pero no a todos los perros les estimula igual y dentro de esta también podemos encontrar que un snack específico funciona genial con un perro y no tan bien con otro. Eso sí, veréis que por norma general los palos de comida húmeda funcionan muy bien.

Por otro lado tenemos el juego, existen muchos y muy diferentes tipos de juegos y juguetes con los que los perros pueden disfrutar. En este caso, el reforzador sería el juguete que al mismo tiempo le va a proporcionar juego. Aquí pasa lo mismo, hay cánidos que prefieren jugar a comer, por lo que el juguete pasa a ser el mejor refuerzo. La pregunta es, qué juguete elegir. Ocurre lo mismo, hay quien prefiere una pelota, otros un mordedor… Ahora bien, uno de los que mejor funciona es el Kong, un juguete muy polivalente.

En cuanto a las caricias, al entrenar con tu perro siempre son un gran reforzador pero no lo suficiente potente para que un perro que está jugando con otro o se encuentra ante una fuerte distracción, abandone el juego y corra a obedecerte.
Tenemos que comprender que existen otros patrones de refuerzo que dependen también de nosotros, estamos hablando por ejemplo de la voz, una voz motivadora siempre estimulará mejor que una voz de frustración y cabreo. Si llamas a tu perro nervioso y enfadado, rara vez acudirá a tu encuentro.

No lo olvides:
El premio que elegiremos depende del perro, tienes tres segundos para premiar (en caso de tardar más en premiar con juguete, comida o caricia iremos premiando con la voz u otro estímulo puente), premia siempre la acción perfecta (un clicker te puede ayudar), motiva a tu perro con la voz y sobre todo no te frustres. Si tú te pones nervioso, él perro también lo estará.

Leyendas sobre los tirones de correa del perro:

Cuánta veces me han preguntado he leído que si mi perro tira de la correa me tengo que parar, esperar a que se siente y seguir ¿esto es verdad?

No es del todo cierto. Os vamos a explicar porque falla esta teoría y cómo podemos corregir algunos fallos para intentar que funcione mejor.

En nuestra opinión, lo mejor es redireccionar el paseo hacia otro lugar para que el perro entienda, por un lado, que tiene que ir pendiente de ti (ya que tú eres el que dirige el paseo) y por otro, que se si tira hacia un lugar determinado no va a llegar a éste.

Si cada vez que tu perro tira tú te paras y no avanzas el perro termina por sentarse, eso es verdad, pero acto seguido tú relajas la correa para acercarte y hay otro tirón, aquí deberías volver a pararte y que se sentara.

¿Le estamos enseñando al perro que cada vez que hay un tirón se debe sentar?

No, le estamos enseñando que cada vez que tú te paras el debe de sentarse, ya que sin querer tu cada vez que avanzas el perro avanza con un tirón y con ansiedad y acaba por llegar al sitio donde va con tirones.

Conclusión el guía se para, el perro se sienta. Cuando el guía avanza, vuelve a haber tirones.

Si queremos utilizar esta técnica tenemos que pararnos a la mínima tensión de correa, sino el perro aprende a ir tenso, fijaos en las correas, la mayoría están en tensión en los paseos, esto siempre debe evitarse. Si queréis que funcione lo de sentarse, manteneos quietos, avanzar poco a poco sin que vuelva a haber tensión en la correa y si no lo conseguís intentar distraer con algo al perro para que os haga más caso a vosotros que al estímulo que lo atrae. Pero sobre todo siempre tenéis que tener mucha paciencia.

No obstante esta última es un trabajo difícil de ver y que a menudo se necesita la ayuda de un profesional porque puede ser que con estas pautas no sea suficiente, contacta con nosotros, te ayudaremos.