Castración canina: desmontando falsas creencias

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Castración canina:

¿Cuáles son las excusas o argumentos que utilizamos en contra de la castración?

En primer lugar, nuestra tendencia al antropomorfismo, a considerarnos centro de todo hace que cuando abordamos el tema de la castración lo vivamos en primera persona y nos pongamos nosotros en el lugar del perro.

Vemos frustrados nuestros deseos personales sin darnos cuenta de que no son los mismos que los de nuestros perros.

“Si lo castro, no podrá tener hijos” pensamos. El perro es feliz saliendo a correr, nadando, saltando, jugando, paseando…no se plantea formar una familia.

“Pobrecito, será virgen toda su vida”.

Para los perros el sexo es un acto instintivo. Como seres vivos, su instinto los llama a reproducirse para perpetuar la especie. El problema actual es la superpoblación canina consecuencia de camadas que quedan sin hogar y que quedan hacinadas en protectoras desbordadas por la falta de medios y ayudas.

El perro no vive el sexo como un acto de amor sino como un acto propio de su naturaleza, igual que el hecho de alimentarse. Es la llamada de la naturaleza pero si se le priva de él no se convierte en un ser infeliz. Más bien sufre infelicidad cuando no está castrado y es llamado a reproducirse, huele a la hembra en celo pero nosotros no dejamos que <<cumpla su misión>>; tiramos de la correa, no dejamos que se acerque a la hembra en cuestión… Y si dejamos que se reproduzca estaremos siendo irresponsables con las vidas de esas camadas a las que no encontraremos un hogar. Además, con cada celo, el perro siente esta necesidad de montar a la hembra y no podemos permitir que llegue una camada con cada celo sólo por no dejar sufrir al animal ya que supondría traer al mundo un montón de cachorros que quedarían sin hogar. Es más sencillo eliminar ese instinto mediante la castración.

“Cambiará su carácter”

El perro no verá modificado su carácter por castrarlo. Es cierto que si tu perro macho muestra mala relación con otros perros machos el hecho de castrarlos puede mejorar este rasgo y reducir la agresividad.  Esta afirmación no es una verdad absoluta. La castración no es la solución para un factor de agresividad, puede ayudar en algunos casos pero habría que combinarlo con un buen adiestramiento

En cuanto a los problemas entre hembras, se ha demostrado que si una perra muestra agresividad con otras perras, el hecho de castrarla puede empeorar la situación, mostrando el animal mayor agresividad.

“Engordará mucho”

No tiene ni siquiera por que variar su peso y en el caso de que notaras que está empezando a engordar esto tiene fácil solución. Actualmente hay piensos light en el mercado  que contienen menos calorías. Recuerda que no debes dejar el comedero lleno todo el día, sino ponerle la comida y retirarla a los 20 minutos(haya comido o no). Controla la ración que le das cada vez y no le pongas más cantidad aunque lo pida (los perros descienden del lobo un animal que en el ámbito salvaje come hasta saciarse porque no sabe cuando volverá a alimentarse).
El perro nunca tiene bastante y tú debes de ser el encargado de poner una ración adecuada.

Por otro lado, si combinas una alimentación sana con los largos paseos, salir a correr, jugar a la pelota, llevarlo a nadar…el perro puede mantenerse en el peso que tenía antes de castrarlo.

“Sentirá que le falta algo”

En el caso de las hembras, la intervención es interna y en el caso de los machos se eliminan los testículos, el perro no tendrá concepto de que le falta nada porque no es una parte de su cuerpo que emplee para ninguna función.

“Las perras al menos tienen que tener un celo”

Esta afirmación es falsa, no es necesario. De hecho si la castras antes del primer celo supondrá menos trastorno para ella. Su cuerpo no experimentará cambios hormonales, no sangrará ni los perros machos la acosarán por la calle.

“Yo quiero cachorritos suyos”

Una perra no tiene un cachorro en cada camada sino camadas de 6 ó 10 cachorros que algún día crecerán y que no podrás atender.

Diez perros que necesitarán ser vacunados, alimentados, su espacio en la casa, que harán trastadas y necesitarán educación, que necesitan salir a pasear…¿Puedes por tiempo, espacio y dinero hacerte responsable de 10 perros más? Lo más seguro es que no.
Entonces piensas en regalarlos pero, ¿eres consciente de la cantidad de perros de todos los tamaños, colores, temperamentos que hay sin hogar sólo en España? Tendrías que encontrar diez hogares en que acogieran a estos perros y fiarte de que los tratarán correctamente tras haberlos acogido.
Cada día nuevos perros son abandonados en nuestro país en condiciones de insalubridad, desnutrición e incluso a veces maltrato físico y por ende, psicológico. No es responsable hacer criar a tu perra sólo por un capricho que traerá consecuencias negativas para su descendencia.

¿Castrar o esterilizar, qué diferencias hay?

La castración supone en machos la eliminación de ambos testículos y en hembras, la eliminación del útero y los ovarios.

La esterilización se lleva a cabo haciendo la vasectomía a los perros machos y la ligadura de trompas a las hembras. Como su propio nombre indica, convierte en estériles a los animales sometidos a esta operación pero no conlleva ninguna de las otras ventajas que tiene la castración.

No evita algunas patologías asociadas a los testículos en machos como tumores o problemas de próstata ni la piómetra (inflamación del útero) en el caso de las hembras.

 ¿Cuáles son los beneficios de castrar?

En los machos evitaremos problemas de próstata, tumores testiculares o perianales.

Evitaremos la monta en el caso de que la castración sea previa a la madurez sexual(si castramos al perro cuando ya ha mostrado conductas sexuales, el acto de monta podrá persistir aunque ya sin peligro de embarazo).

Reduciremos el marcaje con orina y en materia conductual, en algunos caso reduce la agresividad y dominancia como ya hemos comentado.

Eliminamos el vagabundeo. El macho no tiene necesidad de escapar de casa tras el olor de la perra en celo o correr tras ella con riesgo de atropello o pérdida del animal.

Eliminamos el sufrimiento. Algunos machos dejan de comer en época de celo, lloran, están irritables, no obedecen, no se separan de la puerta de casa…
En el caso de las hembras los cambios hormonales asociados al celo desaparecen, desapareciendo el sangrado si las castramos.

En hembras previene el embarazo psicológico(un estado en que las perras sienten que les han robado a sus cachorros, una sensación de angustia y tristeza), evitamos también

la piómetra(inflamación del útero con pus y secreciones), los tumores mamarios, la subida de leche.

La intervención

Es recomendable hacer una analítica previa a la operación, antes de cualquier intervención quirúrgica, en realidad, ya que establece si nuestro perro está dispuesto para una operación con su correspondiente anestesia. Después la intervención es bastante sencilla, sobre todo en machos. Ponte siempre en manos de un veterinario de confianza y rehúsa precios demasiado baratos. No obstante, puedes informarte de las campañas de castración que ofrecen regularmente los centros veterinarios, podrás ahorrarte algún dinero sin perder calidad en la intervención y el pre y post operatorio.